miércoles, 13 de febrero de 2013

Dolomitas, latex y ciclofetichismo

(*Nota del autor: ¡Ojo al parche!, amigo lector. El texto que sigue a continuación es una colaboración del que esto escribe publicada en la revista Desdelacuneta.Si ya lo ha leído allí, se siente; pero esta semana la inspiración no daba para más y uno ha optado por repescar aquel artículo. Si lo desea, pase sin demora a la siguiente entrada de este blog, en la que podrá encontrar material exclusivo sobre el inefable Dandochepazos)


   La huella que dejaron aquellas retransmisiones aún permanece visible en Youtube, foros de ciclismo y recovecos varios de intenet. Las imágenes de los ciclistas penando por los Dolomitas se intercalaban con bloques de anuncios de una mujer enfundada en cuero luciendo un rebosante escote; y los comentarios de J.J. Santos y Bahamontes daban paso a un spot en el que una moza publicitaba un compresor industrial con voz jadeante.

J.J. no siempre ha contado con la grata compañía de Sara
Carbonero en sus retransmisiones.  (Captura:bardeportes.blogspot.com)
  ¡Telecinco había llegado al ciclismo! ¡Se acabaron el sopor y la siesta! Me dice Dandochepazos que todo era un poco cutre, y cierto es. Cree recordar, además, que el grado de conocimiento sobre este deporte que mostraba el responsable del programa, en aquellas ediciones del Giro de 1993, 1994 y 1995, era más bien pobre.

   Puede que sea verdad, pero ¿le importa eso a alguien? El caso es que, cuando el letargo posalmuerzo invadía al televidente en las maratonianas sesiones de los giros de Indurain, allí estaba el anuncio de aquel perfume para sacarnosdel aturdimiento. “Busco a Jaq´s”, nos susurraba una motorista de contundentes curvas, mientras se bajaba hasta la mitad la cremallera de su mono de cuero negro ­-¿o era latex?­- para mostrarnos una nada desdeñable parte de su pechamen.

   La verdad es que el contraste entre la lozanía de esta amazona y la estampa de los escuálidos y calvorotas Piotr Ugrumov y Marco Pantani era bastante fuerte; como también lo era pasar de los insustanciales comentarios y la voz nasal de J.J. Santos al anuncio de El compresor, protagonizado por la chica de los jadeos.

La maquinaria no se vende por sí sola; ¿qué mejor que una buena moza para
captar la atención de operarios y mecánicos? (foto: maquinariahm.com)
   Aquella muchacha nos decía que compráramos un compresor de aire, aunque por su tono de voz más bien parecía que estuviera ofreciendo sus servicios en una whiskería. Asegura Dandochepazos que entonces ni siquiera sabía qué demonios era aquel cacharro que anunciaba la chavala, lo que no era óbice para que siempre siguiera aquel espacio publicitario con gran interés.

   Luego estaba lo de Bahamontes. Sin querer faltar a esta histórica figura del ciclismo, hay que reconocer que sus comentarios eran de risa. Desde el punto de vista técnico no aportaba gran cosa, y con su agreste pronunciación, rebautizaba a diestro y siniestro a los corredores extranjeros. Surgían así inolvidables perlas del periodismo deportivo, como el “¡cuidado con Grumon!”, con el que el Águila de Toledo advertía a los televidentes cada cada vez que se temía un ataque de Piotr Ugrumov sobre Indurain.

   No se repetirá, no, aquella surrealista mixtura de bicis, cuero y material de ferretería; de divagaciones de Bahamontes y jadeos de mujer; aquel ciclofetichismo de Dolomitas, latex y Telecinco.



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