miércoles, 6 de febrero de 2013

Bicicletas de combate en el siglo XXI. ¿Paparrucha o realidad?


   Metralletas, carros de combate, superbombarderos, fortalezas acorazadas... La atracción de Dandochepazos por la parafernalia militar y los artilugios bélicos es cosa que viene de lejos. Sin embargo, no ha sido hasta ahora cuando, en sus habituales escaqueos por internet en horas de trabajo, ha descubierto que las posibilidades de la bicicleta como vehículo de guerra siguen plenamente vigentes en el siglo XXI.

Artefacto bélico a pedales del ejército suizo (1993).
 (foto: ruedatropical.com)
   -He estado informándome ­-me explica­-, y aunque su uso como transporte auxiliar de tropas fue decayendo a partir de la Segunda Guerra Mundial, lo cierto es que a día de hoy la bici puede seguir siendo una herramienta eficaz en caso de contienda armada.

   Mal empezamos; esto huele a chapa a la legua. Con varios capítulos de American Horror History y un partido de la NBA recién descargados, lo último que necesito es estar perdiendo el tiempo escuchando memeces sobre logística y tácticas militares. Bastante tuve ya con aquel apocalíptico ensayo suyo sobre las bondades de la btt como instrumento de supervivencia.

   Intento cortar por lo sano, aprovechando los conocimientos adquiridos gracias a mis maratones de Homeland, la serie ésa sobre un marine que vuelve de Irak medio grillado. ­-Pero no me seas ridículo ­-le digo­-. ¿Es que no has visto cómo se las gastan los superiores del sargento Brody? Ahora todo va a base de drones y misiles guiados por GPS. Ya apenas se necesitan hombres desplegados sobre el terreno; y bicicletas, mucho menos.

   -Eso es lo que tú te crees. Cualquiera con dos dedos de frente sabe que las operaciones terrestres siguen siendo imprescindibles; y como medio de transporte ligero, autónomo y silencioso, la bici puede resultar un instrumento táctico de gran utilidad en las unidades de infantería.

MILICIAS Y CHALADOS

   Pese al barniz de coherencia con el que trata de revestir su dislate, la cosa no cuela. Pase que pueda emplearse en las bases militares o en los campos de entrenamiento para desplazarse de un sector a otro; pero de ahí a calificar la bicicleta de “instrumento táctico de gran utilidad”, va un largo trecho. Entre otras cosas, porque a no ser que el soldado de turno sea un superdotado, no podrá pasar de los 40 kilómetros por hora en llano ni transportar grandes cargas. Además, tampoco me imagino a una avanzadilla de marines atacando a un grupo de talibanes tras 90 kilómetros de pedaleo ininterrumpido por el accidentado territorio afgano.

No hay nada como una metralleta en el manillar para defender a América
de la reforma sanitaria de Obama. (foto: northwestfirearms.com)
   Por otra parte, si de lo que se trata es de ligereza y sigilo, digo yo que bien puede recurrirse a pequeños vehículos eléctricos ­-no sé, quads o motos, por ejemplo­-, que permiten alcanzar altas velocidades y ofrecen una gran polivalencia. ¿Pero para qué malgastar el dinero del contribuyente en lujos innecesarios? Si donde esté una buena btt del Decathlon...

   Lo peor de todo es que a juzgar por lo que Dandochepazos me muestra en internet, no son pocas las personas que, a estas alturas del siglo XXI, comparten su opinión. Algunas referencias al uso bélico de la bicicleta pueden encontrarse en foros de chalados por las armas y webs de milicias estadounidenses de ultraderecha. Hay páginas en las que los usuarios debaten sobre posibles adaptaciones para hacer de sus monturas verdaderas máquinas de combate, por si las cosas con los demócratas de Obama se ponen feas. En estos reductos de paranoia, las descripciones técnicas sobre soportes para montar una fusil en el manillar y otras barbaridades por el estilo muestran hasta que abismos de estupidez puede caer el ser humano.

LO QUE HACE EL ABURRIMIENTO

   En otras ocasiones, parece ser el aburrimiento ­-más que el extremismo o la estulticia­- la motivación que subyace en las aportaciones de algunos sujetos a esta materia. Entre quienes parecen tener mucho tiempo libre ­-y también una cierta maña­ , se encuentra un chaval que ha transformado su bicicleta en un alucinante artilugio que incluye un lanzallamas y un sistema de cadenas para avanzar sobre la nieve.

Con un poco de maña, cualquiera puede convertir su btt en una
máquina de guerra. (foto: everydaynodaysoff.com)
   A diferencia de otros constructores de sistemas de asalto a pedales, que abordan este tema con una seriedad preocupante, este individuo se lo toma con sentido del humor. El invento funciona realmente, pero no se trata más que de una parodia de este tipo de engendros mecánicos. Aunque no da tanto miedo como los lunáticos ciclofascistas con escopetas acopladas al manillar, no seré yo quien ponga la mano en el fuego por el equilibrio mental de este muchacho. Al fin y al cabo, tampoco es que sea muy normal pegarse semejante pechada de ensamblajes, ajustes y soldaduras para hacer una simple gracieta.

   -Joder ­-comento entre risas­-, menuda colección de tarados; cicloturistas con M-16, fanáticos desquiciados y un mecánico friqui. Ya veo que has recurrido a fuentes de toda solvencia.

   Muy a su pesar, Dandochepazos se ve obligado a reconocer que la credibilidad de tales lumbreras deja bastante que desear. No obstante, se resiste a entrar en razón y se saca un as de la manga para tratar de mantener en pie sus insostenibles argumentos. ­-¿Y qué me dices de esto? ­-Una nueva ventana se abre en el ordenador, en respuesta a su enérgico clic sobre un enlace de la carpeta de 'Favoritos'. “Montague Paratrooper. The tactical mountain bike that folds”, puede leerse en la parte superior de la pantalla..

¿Que tienes que lanzarte en paracaídas tras las líneas enemigas? Nada,
hombre, con la Paratrooper es pan comido. (foto: militarybikes.com)
   La página presenta una factura impecable, muy lejos de las chabacanerías que me ha enseñado hasta ahora; es evidente que se trata de la web de una empresa seria. “La Paratrooper es una bicicleta de montaña de 24 velocidades, diseñada para rodar sobre cualquier terreno, a gran velocidad, en silencio y sin dejar rastro de calor. Además de sus características de alto rendimiento, se pliega sin necesidad de herramientas”. Esta descripción técnica se ve acompañada por imágenes de paracaidistas en pleno salto y marines en mitad del desierto, todos ellos con un mochilón a la espalda en el que, aparentemente, llevan plegada la bicicleta de marras.

IGNORANTE DE MÍ

   Descifrando a duras penas los contenidos en inglés de las distintas secciones de la página, descubro que la primera Paratrooper fue diseñada en 1997 gracias a la colaboración de la empresa Montague y las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, que según puede observarse en varias fotografías siguen empleándola en la actualidad. Sus usos ­-al menos eso pone en la documentación­- incluyen funciones de reconocimiento al servicio de blindados medios y transporte de infantería. Y yo, ignorante de mí, que pensaba que esto de las bicicletas de combate no era más que otra mamarrachada de Dandochepazos...


La tabla lo deja muy claro, la bici es la mejor elección cuando de lo que se trata
es de desplazarse por territorio enemigo. (imagen: (foto: militarybikes.com)
   “En btt ­-asegura el texto promocional- los hombres tienen mayor capacidad de transporte de carga, pueden atravesar cualquier terreno, se mueven a altas velocidades sin interrupción y pueden repostar con agua y comida. También es un gran refuerzo moral ­   -la Paratrooper, se supone-, porque a los muchachos les gusta viajar en bicicleta en vez de a pie.” ¡La virgen! ¡Pero si todo son ventajas!

   Por si fuera poco, también hay un cuadro comparativo que demuestra, sin lugar a dudas (?), que el caballo, el camión, la motocicleta o el carro de combate no son rivales para la Montague en lo que se refiere a la relación velocidad/capacidad de carga/consumo energético.

   ¿Estará nuestro Ministerio de Defensa al corriente de tan revolucionario ingenio? ¿Dispondrá la Legión de unidades suficientes de esta temible máquina? Más nos vale, pues la protección de las fronteras exteriores y la recuperación del Peñón pueden estar en juego. Anda que...






4 comentarios:

Unknown dijo...

Gracias dandochepazos, por este brillante ejercicio de periodismo de investigación. Acabo de ver el vídeo de la Paratrooper y aún me encuentro en estado de shock. No sé si podré volver a mirar a las Btt's con los mismos ojos...

Yeyu Golobariano. dijo...

Ha sido comenzar a leer esta historia e inevitablemente me ha venido a la mente mi abuelo, nacido en 1911, uno de aquellos que hizo la guerra, gran amante de la bicicleta. Él hizo la mili, nada más y nada menos, que en el Batallón Ciclista de Segovia, allá a finales de los años 20. Y 90 años después, veo que quieren resucitar la bicicleta como material bélico. Otra consecuencia más de la crisis que vivimos, sin duda.
Un saludo.

A.M.Y.P. dijo...

Hola, Gonzalo. Es que en internet uno se encuentra cosas que son de no creer. ¿Quién nos iba a decir que nuestra 'bicicletilla' plegable era un arma de destrucción masica en potencia?

Me alegra que se valore la ardua investigación que se esconde tras este artículo, en apariencia trivial. Gracias por el comentario.

A.M.Y.P. dijo...

Hola, Yeyu. ¡Joder con tu abuelo! Menudo hacha. Como bien dices, igual ahora, 90 años después y cuando nos creíamos ya una potencia económica mundial, tenemos que reactivar el Batallón Ciclista de Segovia. No, si al paso que vamos, podemos acabar yendo a pedales en todos los aspectos.