jueves, 13 de diciembre de 2012

MacGyver y Álvaro Pino. Cargante revival ochentero

(*Nota del autor: ¡Ojo al parche!, amigo lector. El texto que sigue a continuación es una colaboración del que esto escribe publicada en la revista Desdelacuneta.Si ya lo ha leído allí, pase sin demora a la siguiente entrada de este blog, en la que podrá encontrar material exclusivo sobre el inefable Dandochepazos)

   Como si no tuviera bastante con el regreso de los relojes Casio, las reposiciones de MacGyver y los anuncios protagonizados por nostálgicos del casete y las hombreras, ahora va Dandochepazos y se suma al insoportable revival ochentero que me atormenta día y noche.

   Me lo encuentro ojeroso y despeinado, rodeado de paquetes de Risketos vacíos. Está en su habitación favorita, donde el rodillo convive con cómics, revistas de ciclismo, videoconsolas y una cesta para la ropa sucia, en un batiburrillo bastante poco elegante.

   -¡Mira lo que he encontrado en Youtube! ¡Los videos de la victoria de Álvaro Pino en la Vuelta de 1986! ­-me dice todo exaltado, para mostrarme a continuación en el ordenador unas imágenes descoloridas en las que se puede ver a unos ciclistas con calapiés y viseras. Aquello tiene algo de fantasmagórico, es como verse transportado de repente a la España de Naranjito y del Un, Dos, Tres.
Tanta tontería con los ochenta puede acabar reblandeciendo 
los sesos a más de uno. (foto: productwiki.com) 

   Mientras observo las evoluciones de los Pino, Fignon y Millar de turno por esas carreteras de Dios, mi visión periférica detecta algo preocupante: un interminable listado de videos sobre aquella Vuelta acecha, amenazante, en el lado derecho de la pantalla. Me temo lo peor.

   - Álvaro Pino fue mi primer ídolo del ciclismo­- me confiesa en tono solemne.
­- Pues me parece muy bien­- le respondo, al tiempo que mis engranajes mentales trabajan a marchas forzadas en busca de una salida a aquella encerrona.

   A estas alturas, parece claro que este elemento quiere embarcarme en un videomaratón de nostalgia ciclista, en una especie de 'Cine de Barrio' deportivo en el que un locutor de TVE con voz ceremoniosa hace las veces de José Manuel Parada o de Carmen Sevilla.

   El puntero del ratón comienza a desplazarse peligrosamente hacia el segundo título de la lista, y a mí no se me ocurre ninguna excusa que pueda salvarme del castigo que me aguarda sin herir los sentimientos de mi susceptible camarada.

   - En mi cuarto tenía un póster en el que aparecía pletórico: de pié sobre la bici, con el maillot del Zor-BH y una cinta en la cabeza­-, me comenta, mientras activa el enlace de la etapa de Lagos de Covadonga de aquella remota edición de la Vuelta.

   Reparo en ese momento en la cabellera abundante y lustrosa que lucía el exdirector de Kelme y actual comentarista de Onda Cero. Nada hacía presagiar entonces que, de allí a unos años, el bueno de Pino pasaría a engrosar, junto a otros ilustres ciudadanos como Kiko Matamoros, Paquirrín o Cristóbal Montoro, la lista de grandes personajes españoles afectados por el zarpazo de la alopecia.

   Los vídeos se suceden y, producto del aburrimiento, caigo en una especie de letargo. Me invade la desgana e, indolente, me dejo arrastrar por una eterna secuencia de resúmenes de la ronda española. Ya ni siquiera me esfuerzo en buscar un pretexto que me saque de aquella hipnótica trampa.

   Un buen rato después, y arruinada ya la mañana del domingo, termina por fin aquella soporífera sucesión de imágenes de baja definición, aquel viaje atrás en el tiempo en el que nunca debí dejarme embarcar.

   “¡Pero cuánto mal está haciendo esta perniciosa moda retro-ochentera a la sociedad!”, me lamento de camino a casa, acelerando el paso para no perderme el comienzo de El Coche Fantástico en la tele.

4 comentarios:

Ceutí dijo...

Sin ánimo de ofender a mi idolatrado Dandochepazos, creo que el mítico Sean Kelly es el verdadero crack ciclista de los 80. Su hierático rostro de cliente habitual de las tabernas irlandesas le confería un encanto especial. Nada que ver con esos trepapuertos de tres al cuarto que solo sabían pedalear cuando la carretera se ponía cuesta arriba.
Ningún mérito le resta, a mi leal saber y entender, que no ganara ningún Tour, pues ahí tenemos a Armstrong con ocho en su haber y más dopado que Pocholo en un after de Ibiza.
Y eso que los 80 no son nada para mí en comparación con la década de los 70, a pesar de que apenas viví en esa década o precisamente por eso, que uno nunca sabe.
Con Dios.

A.M.Y.P. dijo...

Buenas, Ceutí. Recuerdo bien a Kelly, y es cierto que tenía un careto como para andarse con pocas bromas. A Armstrong, que le quiten lo 'bailao': estuvo años beneficiándose a Sheryl Crow y meando en la calva a los Ullrich, Beloki y compañía, que me da a mi que también iban bastante bien servidos. ¿Quién será el próximo aprendiz de boticario al que pillarán con el carrito del 'helao' y con con un kit completo del 'Quimicefa' en la mochila?

CICLISMO NINJA II dijo...

Gran relato compañero, si los ochentas, ahora parece q fueron la leche -reconozco q soy de esos coñazos q lleva una bici clásica con calapies, peligrosísimos, en esas marchas como la Monreal ó Pedals de Clips, q llevo una gorra Campagnolo para ir por la calle y manejo un look pseudo vintage pero sin pijerias- Álvaro Pino, bueno, para mi Bahamontes en el Tour, Poblet en la Milan-San Remo y Paris-Roubaix, dos veces segundo, Ocaña ante Mercx, Arroyo, Delgado, Cabestany y todo lo q vino después, Fuertes y Etxave en el Tour y tantas otras machadas... Fuentes hasta Indurain, hay algo de torero en aquellos años hasta q el Extraterrestre ganara 5 Tours... Los putos ochentas sin embargo, tengo 46 años, pasé de los 15 años a los 25, vamos unos años claves en la vida de cualquier ser humano. Salir de la EGB para ir a la FP, todo un cambio, entrenar atletismo durante 6 años, mi primer trabajo y entrar a la cadena de montaje en SEAT durante 3 años para a los 90´entrar en la función pública y mis comienzos en la bicicleta. Lo siento Chepazo´s para mi fué una gran época eso si, no me comía una mierda ligando, mi primer trabajo era otra puta mierda, pero vivía con mis padres, lo tenía todo hecho y solo me preocupaba de mi y de colmar mis neuronas. Escuchaba a Pink Floyd para hacerme el interesante y iba de cineasta intelectual para comerme algo con las chicas progres... para mí si fué una época irrepetible y teníamos a Boney M, un negraco con tres pavas de gira por ahí... el PUTO AMO!!!! (UN abrazo)

A.M.Y.P. dijo...

Hola, Tusinu. Bienvenido al blog. He de confesar que el que esto escribe es un orgulloso usuario de un Casio digital, aunque no data de la era ochentera, sino que es una replica adquirida hace un par de años en los chinos por nueve euros. También posee el autor de este blog --que tuvo a bien venir al mundo en 1978-- la manía de coleccionar consolas antiguas, como la Nintendo Nes o la Atari, que a buen seguro recordará usted de aquella época. Así que, en realidad, el artículo pretendía ser una especie de autocrítica, pues he de reconocer que yo también me he dejado llevar un poco por esta moda retro-ochentera. Un saludo y gracias por el comentario.