sábado, 29 de septiembre de 2012

¿A dónde voy con estas pintas? Temores y desvelos ante una marcha cicloturista

  "No se a dónde voy con estas pintas; a ver si me van a hacer cantares". Dandochepazos estaba preocupado. Temía que su casco Bell de gama baja, su culotte largo Castelli de la época de Indurain y su BH de aluminio no estuviesen a la altura en su debut en el mundo de las marchas cicloturistas.

   Nunca había participado en una de estas pruebas, aunque llevaba bastantes años dándole al pedal. Además, casi siempre que salía en bici lo hacía solo --qué pena de chaval--, pero sabía cómo se las gastaban buena parte de los cicloturistas: ropa técnica de última generación, casco y zapatillas de gama alta; todo ello perfectamente conjuntado.

   Así que su hiperdesarollado sentido del ridículo le hacía imaginarse rodeado por centenares de ciclistas equipados de forma impoluta, todos ellos sobre Specialized o Pinarellos de carbono, mientras él era objeto de mofas y befas por su cutre indumentaria y su humilde montura. Es extraño el caso de este sujeto, al que más preocupaban estas cuestiones que su rendimiento físico en la prueba.

Dandochepazos con su indumentaria de verano.
  El día había llegado, de forma que pronto quedarían resueltas sus dudas. ¿Estarían sus preocupaciones justificadas? ¿Serían solo temores paranoicos, fruto de su inseguridad y pesimismo? En el punto de encuentro con el compañero de trabajo con el que ha quedado para acudir a la prueba, la cosa no pinta bien.

   Ya sabía que la bicicleta de carbono de su colega periodista, equipada con un grupo Shimano 105, supera con creces a su aluminio y mezcla de componentes Tiagra y FSA. Pero nunca antes había salido en bici con él y, ahora, viéndolo allí, más alto, más joven y mejor equipado, teme que su imponente planta solo sea un adelanto de lo que le espera al sumarse al pelotón.

   Pero los malos augurios no se cumplen. Dandochepazos respira tranquilo. Entre los participantes en la Bilbao-Bilbao 2012 hay de todo, incluidos globeros más desastrados que él. Predomina el carbono, pero también hay aluminio e incluso acero. Ya de regreso a casa, nuestro compañero se promete a sí mismo que no volverá a dejarse llevar por sus complejos y obsesiones. Pero ¿a quién pretende engañar?

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